
¿Cómo cambiar un tubo fluorescente por un tubo LED?
Si cada vez que enciendes las luces escuchas un “clic” interminable o notas ese parpadeo que te pone los nervios de punta, probablemente sea hora de cambiar fluorescente a LED.
No se trata solo de estética. Los tubos fluorescentes consumen más energía, tardan en encender y su luz —fría, irregular y poco eficiente— termina afectando el confort e incluso la productividad en oficinas, comercios o instituciones.
Y aunque muchas personas creen que hacer el cambio es complicado o costoso, la verdad es que el proceso es más sencillo de lo que parece. Además, los resultados se notan desde el primer encendido.
¿Quieres saber cómo hacerlo? Sigue leyendo.
¿Qué significa “cambio de tubo fluorescente a LED”?
Cuando hablamos de cambiar fluorescente a LED, nos referimos al proceso de sustituir tubos o luminarias basados en tecnología fluorescente por sistemas de iluminación que emplean diodos emisores de luz (LED).
Es decir, se trata de pasar de esos tubos tradicionales que tardan en encenderse, parpadean, pueden requerir balastos o cebadores, a opciones más modernas que ofrecen mayor eficiencia, mejor calidad de luz y menor desperdicio.
En la práctica, el “cambio de tubo fluorescente a LED” puede tomar varias formas:
- Retirar el tubo fluorescente y todos sus componentes auxiliares (balasto, cebador, etc.), e instalar un tubo LED compatible.
- Instalar directamente un tubo LED “plug-and-play” que aproveche parte de la instalación existente.
- Reformar la luminaria por completo para adaptarla al sistema LED, integrando drivers, control domótico o conectividad (y esta opción es habitual cuando se busca “cómo cambiar fluorescente doble por LED” en grandes espacios).
La idea es actualizar tu espacio, pasando de una tecnología que cumplía hace tiempo a otra que anticipa funcionalidades de domótica y automatización.

Principales beneficios de la conversión
Cambiar fluorescente a LED trae una serie de ventajas que hablan tanto al bolso como al bienestar de quienes ocupan el espacio.
Ahorro energético y menor mantenimiento
- Los tubos LED pueden consumir hasta un 50-60% menos energía que los fluorescentes.
- La iluminación LED supera en eficiencia a tubos fluorescentes.
- Al usar menor cantidad de energía eléctrica, verás una reducción en la factura, además de que contribuye a aliviar la carga sobre sistemas de climatización (menor calor residual emisor).
- Los sistemas LED suelen tener vida útil mucho mayor que los fluorescentes.
Mejora del confort, calidad de luz y compatibilidad domótica
- Uno de los puntos molestos de los tubos fluorescentes es el parpadeo, el encendido lento y la tonalidad de la luz que puede resultar fría o incómoda. Los LED eliminan buena parte de esos defectos: encendido instantáneo, sin cebador, sin balasto, que haga ruido o pregunte por «cuándo va a acabar».
- La calidad de la luz mejora: mejor reproducción de colores o CRI, menos zonas de sombra, mayor uniformidad.
- Se abre la puerta a la domótica y al control inteligente: regulación de intensidad, sensores de presencia, integración en sistemas de gestión de edificios (BMS), lo que permite un uso aún más eficiente y adaptado a cada espacio.
Impacto ecológico y de imagen para empresas, comercios e instituciones
- Los LED reducen emisiones de CO₂ y otros contaminantes al consumir menos energía.
- Adoptar tecnología LED tiene además un valor simbólico para organizaciones: comunica que se apuesta por la eficiencia, la modernidad y la sostenibilidad.
- La eliminación del mercurio y otros materiales contaminantes presentes en muchos tubos fluorescentes antiguos.
Guía paso a paso para “como cambiar tubo fluorescente a LED
Aquí tienes un tutorial claro, práctico y directo para hacer el cambio de sistema al “cambiar fluorescente a LED”, tanto para instalaciones domésticas como para comercios, oficinas o instituciones.
1. Antes de comenzar: consideraciones previas al “como cambiar fluorescente a LED”
Antes de poner manos a la obra, conviene detenerse unos minutos para que todo salga bien y no haya sorpresas.
- Verifica qué tipo de tubo fluorescente tienes (T8, T12, T5) y qué tipo de balasto o cebador utiliza. Existen guías que explican que “no todas las luminarias fluorescentes están diseñadas igual” y que identificar esto facilita la transición.
- Decide si vas a hacer un reemplazo sencillo (plug-and-play) o una conversión más profunda (balasto bypass, rebobinado de cableado). Este punto depende de presupuesto, tiempo y nivel técnico.
- Asegúrate de que la nueva luminaria LED o el tubo compatibile funciona en tu entorno: revisa la temperatura de color, el flujo luminoso, la calidad del producto. Todo esto marca la diferencia en confort y eficiencia.
- Seguridad ante todo: desenchufa o corta la alimentación eléctrica del circuito involucrado. Usa guantes, gafas de protección si hace falta y trabaja con calma.
2. Apagar la alimentación y asegurar la zona
Este paso es imprescindible. Aunque puede parecer obvio, muchas instalaciones fallan por no cortar correctamente la energía o no marcar la zona como “trabajo en curso”.
- Localiza el interruptor o diferencial que alimenta la luminaria donde vas a trabajar.
- Asegúrate de que el circuito esté muerto: usa un detector de tensión o simplemente prueba que el tubo fluorescente ya no enciende.
- Señaliza la zona, avisa a otros usuarios del espacio (si es una oficina, comercio o institución) que se está realizando mantenimiento.
- Retira objetos, mobiliario o elementos que puedan obstaculizar la instalación del nuevo tubo LED o que puedan resultar dañados.
3. Retirar el tubo fluorescente y elementos auxiliares (reactancia, cebador)
Una vez la alimentación está apagada, es momento de desmontar el viejo sistema.
- Gira o extrae el tubo fluorescente según el tipo de soporte de tu luminaria.
- Retira el cebador si existe, o el balasto viejo (ya sea magnético o electrónico) si has decidido hacer la “conversión completa”. Muchos tutoriales lo indican así: “Remover el arrancador; en caso de balasto convencional: extraer cebador, balasto, tubo”.
- En algunos casos, deja la reactancia o balasto si el nuevo tubo LED es “plug-and-play” (Tipo A) y compatible. En otros casos, el balasto debe retirarse o omitirse (Tipo B) para obtener máxima eficiencia.
- Aprovecha para limpiar la luminaria: retira polvo acumulado, goma de juntas deterioradas, verifica que los contactos del soporte estén en buen estado.
4. Elegir el tipo de tubo LED adecuado (plug-and-play vs bypass)
Aquí viene una de las decisiones más imrpotantes: escoger bien el tubo‐LED para que el “como cambiar tubo fluorescente a LED” funcione sin contratiempos.
- Tipo A (Plug & Play / Ballast Compatible): se inserta directamente en la luminaria existente sin modificar el balasto. Ideal para instalaciones sencillas.
- Tipo B (Ballast Bypass / Direct Wire): se elimina o se evita el balasto, y el tubo LED se conecta directamente a la red. Requiere algo de cableado o cambio de soporte, pero maximiza eficiencia y elimina fallos futuros de balasto.
- Verifica además el tamaño del tubo (por ejemplo T8 de 4 pies) y la base (“G13”, etc), temperatura de color (por ejemplo 4000 K, 5000 K) y el flujo luminoso (lúmenes). Estas especificaciones marcan cómo va a quedar la luz en el espacio.
- Considera la domótica: si buscas control inteligente, regulación por presencia o sistemas de gestión de la iluminación, selecciona tubos o luminarias compatibles con sensores o sistemas inteligentes.
5. Instalar el tubo LED: conexión, orientación, comprobaciones
Ahora sí, la parte práctica del “como cambiar fluorescente doble por LED” o simple, según sea tu caso.
- Inserta el nuevo tubo LED en el soporte correspondiente. Si es tipo “plug & play”, bastará girarlo o colocar los clips.
- Si es tipo B y eliminaste el balasto, realiza el cableado necesario: habrás conectado directamente la alimentación al soporte del tubo según diagrama del fabricante. Algunos recursos muestran esquemas claros de conexión.
- Asegúrate de que la orientación del tubo es correcta, que el soporte no quede flojo, y que la luminaria queda alineada e integrada en el espacio.
- Verifica que la temperatura de color y la dirección de la luz sean adecuadas: una luz demasiado fría en una oficina o negocio puede resultar poco acogedora, y una demasiado cálida en un ambiente técnico puede quedar floja.
- Limpia los residuos del desmontaje, deja la zona ordenada.
- Marca la instalación como “LED” si hiciste bypass de balasto para futuros mantenimientos.
6. Reconectar la alimentación y verificar funcionamiento
El paso final es sencillo, pero exige comprobación.
- Vuelve a conectar la alimentación eléctrica del circuito.
- Enciende la luminaria: observa que no haya parpadeos, ruidos, atenuación inesperada o encendido lento (problemas típicos que tenían los fluorescentes). Muchos kits LED prometen “encendido instantáneo, sin cebador, sin balasto que falle”.
- Si la luminaria va en un espacio de gran uso (como tienda, institución, comercio), verifica que la luz cubra el área necesaria y que no haya zonas de sombra o éstos se hayan reducido.
- Anota la fecha de la instalación, marca el tipo de tubo LED y su garantía para mantenimiento futuro.

Y así obtendrás el cambio que necesitas para disfrutar de todas las ventajas de la iluminación LED en tus espacios.
Además, para conseguir ese objetivo puedes contar con los productos de nuestra tienda, donde encontrarás las mejores soluciones de iluminación LED y mucho más.
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¿Cómo cambiar un tubo fluorescente por un tubo LED?
Si cada vez que enciendes las luces escuchas un “clic” interminable o notas ese parpadeo que te pone los nervios de punta, probablemente sea hora de cambiar fluorescente a LED.
No se trata solo de estética. Los tubos fluorescentes consumen más energía, tardan en encender y su luz —fría, irregular y poco eficiente— termina afectando el confort e incluso la productividad en oficinas, comercios o instituciones.
Y aunque muchas personas creen que hacer el cambio es complicado o costoso, la verdad es que el proceso es más sencillo de lo que parece. Además, los resultados se notan desde el primer encendido.
¿Quieres saber cómo hacerlo? Sigue leyendo.
¿Qué significa “cambio de tubo fluorescente a LED”?
Cuando hablamos de cambiar fluorescente a LED, nos referimos al proceso de sustituir tubos o luminarias basados en tecnología fluorescente por sistemas de iluminación que emplean diodos emisores de luz (LED).
Es decir, se trata de pasar de esos tubos tradicionales que tardan en encenderse, parpadean, pueden requerir balastos o cebadores, a opciones más modernas que ofrecen mayor eficiencia, mejor calidad de luz y menor desperdicio.
En la práctica, el “cambio de tubo fluorescente a LED” puede tomar varias formas:
- Retirar el tubo fluorescente y todos sus componentes auxiliares (balasto, cebador, etc.), e instalar un tubo LED compatible.
- Instalar directamente un tubo LED “plug-and-play” que aproveche parte de la instalación existente.
- Reformar la luminaria por completo para adaptarla al sistema LED, integrando drivers, control domótico o conectividad (y esta opción es habitual cuando se busca “cómo cambiar fluorescente doble por LED” en grandes espacios).
La idea es actualizar tu espacio, pasando de una tecnología que cumplía hace tiempo a otra que anticipa funcionalidades de domótica y automatización.

Principales beneficios de la conversión
Cambiar fluorescente a LED trae una serie de ventajas que hablan tanto al bolso como al bienestar de quienes ocupan el espacio.
Ahorro energético y menor mantenimiento
- Los tubos LED pueden consumir hasta un 50-60% menos energía que los fluorescentes.
- La iluminación LED supera en eficiencia a tubos fluorescentes.
- Al usar menor cantidad de energía eléctrica, verás una reducción en la factura, además de que contribuye a aliviar la carga sobre sistemas de climatización (menor calor residual emisor).
- Los sistemas LED suelen tener vida útil mucho mayor que los fluorescentes.
Mejora del confort, calidad de luz y compatibilidad domótica
- Uno de los puntos molestos de los tubos fluorescentes es el parpadeo, el encendido lento y la tonalidad de la luz que puede resultar fría o incómoda. Los LED eliminan buena parte de esos defectos: encendido instantáneo, sin cebador, sin balasto, que haga ruido o pregunte por «cuándo va a acabar».
- La calidad de la luz mejora: mejor reproducción de colores o CRI, menos zonas de sombra, mayor uniformidad.
- Se abre la puerta a la domótica y al control inteligente: regulación de intensidad, sensores de presencia, integración en sistemas de gestión de edificios (BMS), lo que permite un uso aún más eficiente y adaptado a cada espacio.
Impacto ecológico y de imagen para empresas, comercios e instituciones
- Los LED reducen emisiones de CO₂ y otros contaminantes al consumir menos energía.
- Adoptar tecnología LED tiene además un valor simbólico para organizaciones: comunica que se apuesta por la eficiencia, la modernidad y la sostenibilidad.
- La eliminación del mercurio y otros materiales contaminantes presentes en muchos tubos fluorescentes antiguos.
Guía paso a paso para “como cambiar tubo fluorescente a LED
Aquí tienes un tutorial claro, práctico y directo para hacer el cambio de sistema al “cambiar fluorescente a LED”, tanto para instalaciones domésticas como para comercios, oficinas o instituciones.
1. Antes de comenzar: consideraciones previas al “como cambiar fluorescente a LED”
Antes de poner manos a la obra, conviene detenerse unos minutos para que todo salga bien y no haya sorpresas.
- Verifica qué tipo de tubo fluorescente tienes (T8, T12, T5) y qué tipo de balasto o cebador utiliza. Existen guías que explican que “no todas las luminarias fluorescentes están diseñadas igual” y que identificar esto facilita la transición.
- Decide si vas a hacer un reemplazo sencillo (plug-and-play) o una conversión más profunda (balasto bypass, rebobinado de cableado). Este punto depende de presupuesto, tiempo y nivel técnico.
- Asegúrate de que la nueva luminaria LED o el tubo compatibile funciona en tu entorno: revisa la temperatura de color, el flujo luminoso, la calidad del producto. Todo esto marca la diferencia en confort y eficiencia.
- Seguridad ante todo: desenchufa o corta la alimentación eléctrica del circuito involucrado. Usa guantes, gafas de protección si hace falta y trabaja con calma.
2. Apagar la alimentación y asegurar la zona
Este paso es imprescindible. Aunque puede parecer obvio, muchas instalaciones fallan por no cortar correctamente la energía o no marcar la zona como “trabajo en curso”.
- Localiza el interruptor o diferencial que alimenta la luminaria donde vas a trabajar.
- Asegúrate de que el circuito esté muerto: usa un detector de tensión o simplemente prueba que el tubo fluorescente ya no enciende.
- Señaliza la zona, avisa a otros usuarios del espacio (si es una oficina, comercio o institución) que se está realizando mantenimiento.
- Retira objetos, mobiliario o elementos que puedan obstaculizar la instalación del nuevo tubo LED o que puedan resultar dañados.
3. Retirar el tubo fluorescente y elementos auxiliares (reactancia, cebador)
Una vez la alimentación está apagada, es momento de desmontar el viejo sistema.
- Gira o extrae el tubo fluorescente según el tipo de soporte de tu luminaria.
- Retira el cebador si existe, o el balasto viejo (ya sea magnético o electrónico) si has decidido hacer la “conversión completa”. Muchos tutoriales lo indican así: “Remover el arrancador; en caso de balasto convencional: extraer cebador, balasto, tubo”.
- En algunos casos, deja la reactancia o balasto si el nuevo tubo LED es “plug-and-play” (Tipo A) y compatible. En otros casos, el balasto debe retirarse o omitirse (Tipo B) para obtener máxima eficiencia.
- Aprovecha para limpiar la luminaria: retira polvo acumulado, goma de juntas deterioradas, verifica que los contactos del soporte estén en buen estado.
4. Elegir el tipo de tubo LED adecuado (plug-and-play vs bypass)
Aquí viene una de las decisiones más imrpotantes: escoger bien el tubo‐LED para que el “como cambiar tubo fluorescente a LED” funcione sin contratiempos.
- Tipo A (Plug & Play / Ballast Compatible): se inserta directamente en la luminaria existente sin modificar el balasto. Ideal para instalaciones sencillas.
- Tipo B (Ballast Bypass / Direct Wire): se elimina o se evita el balasto, y el tubo LED se conecta directamente a la red. Requiere algo de cableado o cambio de soporte, pero maximiza eficiencia y elimina fallos futuros de balasto.
- Verifica además el tamaño del tubo (por ejemplo T8 de 4 pies) y la base (“G13”, etc), temperatura de color (por ejemplo 4000 K, 5000 K) y el flujo luminoso (lúmenes). Estas especificaciones marcan cómo va a quedar la luz en el espacio.
- Considera la domótica: si buscas control inteligente, regulación por presencia o sistemas de gestión de la iluminación, selecciona tubos o luminarias compatibles con sensores o sistemas inteligentes.
5. Instalar el tubo LED: conexión, orientación, comprobaciones
Ahora sí, la parte práctica del “como cambiar fluorescente doble por LED” o simple, según sea tu caso.
- Inserta el nuevo tubo LED en el soporte correspondiente. Si es tipo “plug & play”, bastará girarlo o colocar los clips.
- Si es tipo B y eliminaste el balasto, realiza el cableado necesario: habrás conectado directamente la alimentación al soporte del tubo según diagrama del fabricante. Algunos recursos muestran esquemas claros de conexión.
- Asegúrate de que la orientación del tubo es correcta, que el soporte no quede flojo, y que la luminaria queda alineada e integrada en el espacio.
- Verifica que la temperatura de color y la dirección de la luz sean adecuadas: una luz demasiado fría en una oficina o negocio puede resultar poco acogedora, y una demasiado cálida en un ambiente técnico puede quedar floja.
- Limpia los residuos del desmontaje, deja la zona ordenada.
- Marca la instalación como “LED” si hiciste bypass de balasto para futuros mantenimientos.
6. Reconectar la alimentación y verificar funcionamiento
El paso final es sencillo, pero exige comprobación.
- Vuelve a conectar la alimentación eléctrica del circuito.
- Enciende la luminaria: observa que no haya parpadeos, ruidos, atenuación inesperada o encendido lento (problemas típicos que tenían los fluorescentes). Muchos kits LED prometen “encendido instantáneo, sin cebador, sin balasto que falle”.
- Si la luminaria va en un espacio de gran uso (como tienda, institución, comercio), verifica que la luz cubra el área necesaria y que no haya zonas de sombra o éstos se hayan reducido.
- Anota la fecha de la instalación, marca el tipo de tubo LED y su garantía para mantenimiento futuro.

Y así obtendrás el cambio que necesitas para disfrutar de todas las ventajas de la iluminación LED en tus espacios.
Además, para conseguir ese objetivo puedes contar con los productos de nuestra tienda, donde encontrarás las mejores soluciones de iluminación LED y mucho más.